jueves, 31 de mayo de 2012

Día cuatro





Alambre
Técnica mixta 
35 x 28 cm.



Le città e gli scambi

A Ersilia, per stabilire i rapporti che reggono la vita della città, gli abitanti tendono dei fili tra gli spigoli delle case, bianchi o neri o grigi o bianco-e-neri a seconda se segnano relazionidi parentela, scambio, autorità, rappresentanza.
Quando i fili sono tanti che non ci si può piú passare in mezzo, gli abitanti vanno via: le case vengono smontate; restano solo i fili e i sostegni dei fili.
Dalla costa dún monte, accampati con le messerizie, i profughi di Ersilia guardano líntrico di fili tesi e pali che s´innalza nella pianura. È quello ancora la città di Ersilia, e loro sono niente.
Riedificano Ersilia altrove. Tessono con i fili una figura simile che vorrebbero piú complicata e insieme piú regolare dell´altra. Poi l´abbandonano e trasportano ancora piú lontano sé e le case.
Cosí viaggiando nel territorio di Ersilia incontri le rovine delle città abbandonate, senza le mure che non curano, senza le ossa dei morti che il vento fa rotolare: ragnatele di rapporti intricati che cercano una forma.

Italo Calvino "Le Città Invisibili"




Barullo
Técnica mixta
30 x 15 cm.


Las ciudades y los intercambios

En Ersilia, para establecer las relaciones que rigen la vida de la ciudad, los habitantes tienden hilos entre los ángulos de las casas, blancos o negros o grises o blanquinegros, según indiquen las relaciones de parentesco, intercambio, autoridad, representación. Cuando los hilos son tantos que ya no se puede pasar por en medio, los habitantes se marchan: las casas se desmontan; quedan sólo los hilos y los soportes de los hilos.
Desde la ladera de un monte, acampados con sus enseres, los prófugos de Ersilia miran la maraña de los hilos tendidos y los palos que se levantan en la llanura. Y aquello es todavía la ciudad de Ersilia, y ellos no son nada.
Vuelven a edificar Ersilia en otra parte. Tejen con los hilos una figura similar que quisieran más complicada y al mismo tiempo más regular que la otra. Después la abandonan y se trasladan aún más lejos con sus casas.
Viajando así por el territorio de Ersilia encuentras las ruinas de las ciudades abandonadas, sin los muros que no duran, sin los huesos de los muertos que el viento hace rodar: telarañas de relaciones intrincadas que buscan una forma.

Italo Calvino "Las ciudades invisibles"

miércoles, 30 de mayo de 2012

Día tres

         
 Le Petit Prince

Le petit prince traversa le désert et ne rencontra qu´une fleur. Une fleur à trois pétales, une fleur de rien du tout...



                                                                                                               Sin perder el hilo
                                                                                                                   Técnica mixta
                                                                                                46,5 x 57 cm.

- Bonjour, dit le petit prince.
- Bonjour, dit la fleur.
- Où sont les hommes?demanda poliment le petit prince.
La fleur, un jour, avait vu passer une caravane:
- Les hommes? Il en existe, je crois, six ou sept. Je les ai aperçus il y a des années. Mais on sait jamais oú les trouver. Le vent les promène. Ils manquent des racines, ça les gêne beaucoup.
- Adieu, fit le petit prince.
- Adieu, dit la fleur.
                                                     
                                                                      Antoine de Saint Exupéry " Le Petit Prince"

martes, 29 de mayo de 2012

Dia dos

                                                             

   Manualidades

          En las puertas de hoy ya no se usan, pero en las viejas puertas había siempre alguna mano (de hierro, de bronce) que era antes que nada un llamador. A Inés le habían atraído estas manos desde que era niña. Y a partir de los quince comenzó a coleccionarlas. En ocho años había conseguido nada menos que veinte. Por lo menos la mitad procedían de las ferias de Tristan Narvaja y de San Telmo, pero en la familia siempre había algún viajero que se acordaba de conseguirle alguna otra en El Rastro o en el Marché aux puces o en Plainspalais o en Portobello. Seis eran manos derechas (casi siempre de hierro), más escasas y en consecuencia más valiosas; las catorce restantes eran manos izquierdas (normalmente, de bronce). No todas eran originales; algunas eran copias, fácilmente reconocibles porque en ellas la palma estaba hueca. Las manos originales tenían palmas carnosas, aunque esa carne fuera sólo de hierro.

 Biografía 0850425 La verdad no es sencilla
Técnica mixta
130 x 83 cm
        
  Inés las cuidaba, las lustraba, las interrogaba. Era también una forma de interrogarse. ¿Qué autoridad habría llamado, por ejemplo, con esta mano férrea, seguramente de un golpear sonoro, audible en toda la casa grande?¿O con esta otra, de dedos crispados, apropiada para el aldabonazo represivo o para la leva siempre inquerida?¿Quién habría usado la más exigua, con su puño de forjado encaje, digna de ser pulsada por un amador necesariamente discreto, que sólo pretendiera hacerse oír por su amada a la espera? Inés empuñaba una u otra de aquellas manos con historias y enigmas y les inventaba gestos, consecuencias, desenlaces. De noche las miraba antes de dormirse y volvía a mirarlas al amanecer, como consultándolas.
          Una noche se durmió y las veinte manos entraron en su sueño. Cada una estaba en una puerta. Inés las fue reconociendo, acariciando y finalmente empuñandopara efectuar sus convocatorias, sus llamadas pusilanimes o intrépidas, que repercutían largamente en corredores esotéricos, ocultos, provocando a veces ecos estremecedores. Inés llamabay llamaba y cada mano le transmitía fuerza y osadía, aunque ella no estuviera muy segura de a quién o a qué llamaba. Sólo sabía que quería tocar aquellas manos ajenas con sus propias manos, y si las usaba para llamartenía conciencia de que se trataba de un uso solitario: llamaba porque ésa era la función de aquellas manos, llamaba porque así les brindaba, y además aseguraba, su razón de ser.
          Despertó sudorosa y balbuciente y en el primer momento no advirtió nada raro, pero cuando, en un gesto ritual, quiso tocarse la frente con su mano derecha, comprobó que con esa mano suya venía otra, ésta fuerte, veterana y de hierro. Y no era su propia mano la que empuñaba a la otra, sino que era la de hierro la que estrechaba la suya. Y así supo que aquello también era un acto solitario. No tuvo dudas de que aquella mano oscura, fiable, robusta, era la portavoz de las veinte manos (de hierro o de bronce, diestras o siniestras) que así le agradecían la dura faena del reciente sueño. Y era también una forma de decirle que no se preocupara porque nadie hubiera respondido. Lo esencial era llamar. Y ellas ( las manos e Inés) habían llamado.
                                             Mario Benedetti "Despistes y franquezas"

lunes, 28 de mayo de 2012

Día uno



 -Què fas?
 -Faig un poema.
 -Home! Jo no sabia que et sentissis poeta.
 -No ho sabies? Doncs no és la primera vegada que me´n sento.

                                                                                                                                 Joan Brossa
                                                                                                                                "A partir del silencio"


Biografía 5217541 
Técnica mixta
22 x 28 x 8 cm.